Víctor Manuel Rojano Cruz
No hay duda que una urbe, como la gran Ciudad de México, siempre ofrece diversas historias, depende con los ojos con los que se miren y las traviesas voces que lo narren.
En esta ocasión, de camino a cubrir un reportaje para diarionoticiasweb.com, me encontré con este magnifico par de pintores que intentaban llegar a la cima del edificio a pintar.
NO SE PONÍAN DE ACUERDO
Resultó curioso observar que por más esfuerzos que hacían, no se ponían de acuerdo para darle al mismo tiempo a las manivelas del rudimentario andén por el que ascendían.
Pensé entonces en el diálogo que seguramente estos valientes hombres de la construcción sostenían. ¡Claro, con el humor de este travieso reportero!